domingo, 30 de septiembre de 2007

Epica por entregas (III)


Como bien ha anotado Jose me falta hablar de Telepizza

El día en que comencé este relato, tras consumir mi tiempo y energía visionando el material apocaliptico que motivó las dos entregas anteriores, salí de casa y me dirigí a la estación de ferrocarril

Subiendo por la calle Zamora, formadando parte de "El Castañal" -Un anodino bloque de viviendas que en su día fueron consideradas "lujosas" por su acceso exclusivo a una malholiente piscina- se encuentra la tienda número 10 de Telepizza

Fué la número 10 de una cadena cuyo mayor mérito es haber creado no solo una imagen, sino un estímulo multisensorial, tan concreto y contundente como un Totem, y además con sabor, olor y audio

Al menos tal es mi percepción y la de todos los que trabajamos en la empresa: una generación completa de jovenes que nos entregamos a la causa de Telepizza, de la misma manera que la mocedad americana de los 50 se entregó a los "Boy-Scout" o la alemana de los 40 a las "Hitler Jürgen"

Yo me resistía a engrosar las filas de esas huestes pertrechadas con plastico rojo, camiseta blanca e inevitable gorra

Finalmente ingresé por amor. Persiguiendo a mi esquiva Frágola a Santiago en una huida hacia adelante, Telepizza se convirtión en providencial patrocinadora de mi aventura

Tras jurar una consumada pericia al mando de un vespino me presenté en mi puesto con la tinta de mi licencia de ciclomotor aun húmeda. Temblaba de miedo. Vigo era (y es) el Nápoles español: caos circulatorio y crimen callejero nos situan en la cima de las estadísticas nacionales mes a mes

Las posiblidades eran diversas y oscuras: terminar mis dias bajo las ruedas de un autobús urbano, la navaja de un macarra o la jeringuilla de un yonqui (portadora de ominoso SIDA o mas prosaico pero en verdad maligno Hepatitis B)

Al serme confiado mi primer reparto me sentía como un paracaidista de la 101 Airborne a punto de saltar sobre Normandía. Cabalgué sobre mi moto, logré ponerla en marcha (gracias a las intrucciones anotadas por un amigo en un papelito) y me lancé hacia mi destino cortando el aire otoñal como una espada

Por supuesto me estrellé antes de recorrer cincuenta metros

Después de esto vinieron dieciocho meses de tropiezos, sinsabores, humillaciones... Setenta y siete semanas de terror, sudor, lágrimas... pero también quinientos trenta y nueve dias de aventura, camaradería y orgullo

Tras un largo y esperpéntico periodo de aprendizaje cuyo relato llenaría las páginas de un grueso novelón Walter Scottiano coroné la cima de la gloria para un repartidor, situando mi nombre en primer lugar de la lista, el lugar reservado al más rápido

No fue taréa facil. Requería arrojo sobrecargar el endeble Vespino ("Piño" para los verdaderos conoissuers) con hasta cinco repartos, limitando su ya reducida capacidad de maniobra con latas de cocacola colgadas del manillar

Sortear el tráfico e ignorar los absurdos semáforos era el pan nuestro de cada día, así como recorrer a 80km/h calles peatonales saturadas por ancianas

Pero el verdadero peligro era el factor humano: evita que un desarrapado se lleve tu moto a hombros para cambiarla por una papelina, o mantente alerta en los lugares donde la quincalla suburbana se arroja con sus cacharros al paso de los repartidores con la esperanza de obtener indemnizaciones económicas

No obstante también había momentos que compensaban todo: conducir en camiseta una tarde veraniega por la ciudad desierta, o recorrer las calles a medianoche con la luz de las farolas proyectando tu propia sombra sobre el asfalto te hace sentir como parte de una leyenda

Mi paso por Telepizza fue un rito de iniciación, una llamada de la jungla urbana a la que no cabía más que responder o enterrar la cabeza

Lo hacíamos por dinero, pero había algo más que nos motivaba. Algo infantil, primitivo y probablemente estúpido, pero que nos llenaba la boca de un sabor intenso, a masa, mozarella y aceite de motor

(To be continued)

Puta como todas...












Nota: Yo sí estoy fumado...





Saludos queridos...
No estaba muerto ni tomando cañas... Sólo estaba levantando este puto país...
y otras cosas chatines... (Aquí tenéis que verme en plan Arturo Fernández...)
Ah! mi segunda ipod ha muerto corriendo prácticamente la misma suerte que su predecesora...
La primera fue a parar a la lavadora...
¿A la lavadora? preguntareis levantando las cejas y poniendo cara de “ufff que loco J...que guapo...pero que loco”... Pues sí...Todo eso...
Cuento el tema:
Sabes esos días que te pica un no sé que y dices...” joder, voy a poner a lavar la toalla del gimnasio que lleva en el maletero del coche desde la semana o mes o año o lustro o década pasada...” y luego dices: “ Esas manchas verdes son hongos?” y terminas lavando la bolsa porque huele a una mezcla entre una pastilla de caldofrán, los pies sudados de ese amigo que en quinto ya tenia pelo en las axilas y los calzoncillos de León de Aranoa Rey y dignificador del perroflaustismo (Ver el vinculo y esto también...) . Pues...sí...joder... en el bolsillo delantero estaba la puta ipod... tiene cojones...
Bueno, la verdad es que eso pasó después de ver esa obra maestra del séptimo arte que es Borat...
... y al final...cuando el tipo vuelve a ¿chiquitistán?
(Inciso: Por cierto, ¿Se murió Chiquito?... no, mejor... ¿como coño le cuentas a un extranjero quien y que represento Gregorio Esteban Sánchez Fernández aka Chiquito de la Calzada para este país?
Me voy del tema...ya lo sé...
Bueno el tío, vuelve a su país... que es así como Rumania pero no...y ve a su vecino que siempre lo copia... dice semi-textualmente:
- Yo comprar tal... vecino comprar cual...
- Yo comprar ipod... vecino comprar ipod mini... Jajajajaja...
- Vecino no sabe que mini es para chicas...
Osea, en el fondo me alegré de tener una excusa suficiente para poder cambiarla...
La segunda murió en acto de servicio...
Era una de esas güenas, güenas...estaba conectada a un aparato que se me antoja mágico, con la propiedad...ojo al parche... de permitir escuchar el ipod en un radiocasete (nunca radioCD) sin CABLES osea güir-elée...
Y no sabes lo que era mi cocina... Que listas de reproducciones... que fantasía musical...
Pues un día... va la muy puta...como todas (las ipods...) y se tira... en plan suicidio a una gastronorm de 1/1 llena de jugo ligado de ternera...
La quise salvar... pero creo que llegue tarde... Ahora esta en un hospital de ipods de Barcelona... no se la puede visitar...
Sí...ya sé... prometo informar...

viernes, 28 de septiembre de 2007

Inciso cotidiano

Tras leer el anterior post, veo que puede ser necesario aclarar que: no me habia fumado nada cuando lo escribí (de verdad).

Por cierto, cómo os va? Escribid algo, no? Anda...

Yo, ahora estoy esperando a los desratizadores, tengo un raton en casa...y el desratizador es un señor que me va a cobrar 135 asi, del taco, por poner en el suelo un cartón con pegamento, como si lo viera. y yo como le explico a ese hombre que me horroriza que mate al bicho?



Este fin de semana se quedan amigos conmigo, menos mal, porque hay huelga de trenes y ya me veia comprando unos zancos y poniendo emmental con lejía por todos los rincones de la casa. Os pongo una foto del rincón en concreto donde estoy ahora mismo...si encontrais al ratón en la foto os ruego que me lo digais, y eso que me ahorro.

Dentro de dos semanas me cambio de trabajo y -ya sé que lo que voy a decir es para cortarme en lonchitas con una gillette- tras dos años esperando este momento no tengo putas ganas de irme al sitio ese...

en fin, como dijo Mohamed Atta, supongo que ya no hay marcha atrás...

Con permiso de Otis Redding

Me he sentado en septiembre a ver pasar la vida.

A veces alargo la mano, un pie.

Está demasiado fria como para meterse...

Entonces friegas con alcohol o refriegas para entrar en calor.

Mis ratos muertos comienzan a descomponerse .

Minutos cortos por las mañanas, creciendo a lo largo del dia, eternos en los autobuses, siempre hijos de puta afanosamente haciendo su trabajito: recortando el plazo para obtener el permiso de desolación.


Los veo pasar y espero al siguiente, puede que este....




Nota: remedios contra la muerte.

Oí decir a alguien que si quieres vivir más, te mudes a las salas de espera de las consultas médicas; según teorías son máquinas que hacen que la misma cantidad de minutos parezcan triple. Otros opinan cápsulas espaciales que viajan tan rápido que pliegan el tiempo sobre si mismo. Teoria de la relatividad en cámaras tapizadas con excedente de pana verde y pasamaneria, astutamente desdecoradas para despistar a los profanos con supuestos regalos de pacientes-no se sabe si ofendidos o agradecidos...los expertos aún no han conseguido dilucidar ese oscuro enigma de la estética porque esos ciervos de cerámica no pueden ser de buena fe pero por otra parte el agradecimiento ya de por sí es de tan mal gusto...- y un hilo musical haciendo el casting de banda sonora del infierno.
En contra de la creencia general, y aunque algunos juraban haber tenido la sensación de llevar dentro días enteros, nadie ha permanecido más de una hora dentro de ninguna de estas salas. Enfermeras pronunciando tu nombre -siempre mal, es curiosísimo- te rescatan, ya al borde de la locura. Es duro, pero quizá en situaciones desesperadas merecería la pena ver si funciona este fenómeno de dilatación vital. Se dice que Walt Disney, en realidad...

domingo, 23 de septiembre de 2007

Epica por entregas (II)

El pueblo de Jericho, gracias a los Green y sus aliados, es un oasis donde la justicia y el bien triunfan en medio de un desierto de caos y mezquindad.

En la película "28 weeks later", de Carlos Fresnadillo, el oasis resulta no un espejismo, sino la antesala de un infierno aun peor que aquel del que se pretendía huir

Lo mas efectivo de la película es la escena inicial, que es de lo mejor que he visto en los ultimos años de cine de accion. También me gusto mucho el final, justo el final.

El guión -para el cual Fresnadillo colaboró con Ray Loriga- no deja títere con cabeza

Los protagonistas, persiguiendo los más nobles fines, comenten un error tras otro con terribles consecuencias

Donald Harris -el personaje encarnado por Robert Carlyle- es el único de los protagonistas que se deja llevar, en una sola ocasión, por su más bajo instinto -el de supervivencia- abandonando a su esposa a su suerte; pero lejos de ser castigado salva la vida y recupera a sus hijos (Si bien solo temporalmente)

La violencia surje, al igual que en la película anterior (28 days later), de la semilla plantada y abonada por el amor. En esta ocasión la violencia es ejercida también por la autoridad, en un intento despiadado y esteril de someter el caos al orden

Todo empresa racional o humanitaria fracasa. Ante la más oscura de las amenazas solo cabe huir a toda la velocidad, abriendose paso con uñas y dientes (y tiros de un rifle de francotirador M24 o tajos propinados por las helices de un helicoptero en vuelo rasante)

Aquellos que entregan sus vidas por la causa que consideran más valiosa solo logran empeorar las cosas (y mucho)

Todo esto, por algun motivo, me resulta estimulante y me quita las penas que padezco, que resultan de poca monta en comparación. Este es, quizá, el mayor mérito del cine apocaliptico en particular, y uno de los meritos del cine en general

La capacidad de relativizar los pesares cotidianos, de evaluar los sucesos en su justa medida, reaccionando de manera proporcionada, es una de las características de la mente de los Green

Mas adelante intentaré analizar en profundidad como creo se estructura la mente de un Green

Por el momento me retiro a administrarme mi dosis diaría de épica con la muy recomendada "Band of Brothers"

Hasta pronto

domingo, 16 de septiembre de 2007

Epica por Entregas: Johnston Green, 28 weeks Later y Telepizza (I)


Johnston Green, de Jericho, 28 weeks later, Telepizza

Tres conceptos aparentemente incongruentes y desconectados en el mundo de las ideas, excepto para mi ayer, cuando constituyeron tres hitos emocionales de la jornada

Johnston Green, cabeza de familia, ex-Ranger, ex-Alacalde de Jericho, muere de forma bastante banal en el último episodio de la 1ª temporada, sobre una mesa de la granja Richmond, con un balazo en el hígado, al lado de sus hijos pronuncia sus conmovedoras últimas palabras.

Su muerte solo sirve para acentuar dramáticamente una existencia de tipo duro con la cabeza en su sitio. Más duro que con la cabeza en su sitio, ya que un par de capitulos antes no duda en presentarse en New Bern solo, sin ningun triunfo en su mano a exigir que sus hijos sean liberados.

No tiene un as en la manga, solo unos cojones que no caben en el pueblo, y así puede clavar la mirada al Sheriff Constantine, de New Bern, a cuatro centimetros de su cara, y amenazar que si sus hijos no son liberados inmediatamente "This thing is not gonna end well"

Y no le tiembla la voz

Esta accion demuestra la gallardía de Green, a un tiempo que revela su pasión ciega por la familia , único instinto capaz de nublar su mente, generalmente fria y capaz de atravesar las dificultades con un golpe de vista

Mi vista, en cambio, no suele atravesar las dificultades, más bien se encandila con los matices que refleja la mas ligera de las neblinas. Quizá porque mi mente se sirve como combustible de los propios frutos de su imaginación, exagerando nimiedades hasta convertirlas en grandilocuentes tragedias, que alimentan su pulso como un combustible maligno que agota los recursos, destruye la maquinaria y propaga una humareda malsana

Mi corazón, no obstante, se acelera ante las azañas de los Green, y en mis momentos más preclaros me esfuerzo en imaginar como puedo aquirir su valor, porque si de algo estoy convencido es de que la clave reside en la mente

Cabe argumentar que una parte importante del valor se sustenta en la fisiología, y la fisiología de los Green es la de un Titán al lado de la mía de colibrí.

Pero con la estructura mental adecuada, con los "organos" abstractos de los que hablaba Goethe seguro que podría al menos plantarle cara a los retos de mi algo menos apocaliptica vida cotidiana

Podría mirar a los ojos de mi adorada Melanie y hablarle con una calma equivalente a la furia contenida de Johnston Green ante el Sheriff Constantine de New Bern

Podría hacer aquello que sé que soy capaz de hacer, pero que a menudo olvido, en cuanto me sumo en la vorágine y el Maelstrom sacude con fiereza los costados de mi nave

Agarraría el timón como un Green y aparejaría el velamen con la maxima tensión que soportara el mastil, manteniendo el rumbo firme hacia el abismo del vórtice

(Continuará)

martes, 11 de septiembre de 2007

Ese pañuelo redondo

Madrid, un sabádo de septiembre tiene mucho que ofrecer. A mi me ofreció una quedada londinense y no la dejé pasar.

La primera parada la hicimos L y yo en un bar de mala muerte donde la camarera amorfa se enfadaba si pedías y que como cosa mas glamurosa tenía en la calle opuesta una sala de conciertos donde tocaban unos allegados de Ángel. Allí algo más de un año después me encontré con él, y aunque algo cambiados estabámos los dos creo que todavia quedaba la esencia londinense dentro. Era de agradecer que Ángel se hubiera dejado la segunda temporada de '24' a mitad para quedar esa noche.

Tras unas cañas todo fue tomando color y con los 'rones' del concierto nos fuimos para la zona de Sol donde nos esperaba el gran Martin, que efectivamente, estaba también en Madrid. Y allí estabámos con el cartel del Tio Pepe sobre nuestras cabezas escuchando como Martin estaba recien llegado del 'Hostal del Amor' cuando la rueda giró en sentido contrario y apareció de la nada el Torito.

Sí, Javier como gusta llamarlo Ángel también estaba en Madrid, pero él para siempre. Y tras acariciarle la espalda sudadita 'pues era una noche que hacía calor' y hablar de lo grande que es el RISK el siguió su camino y nosotros el nuestro.

Y después de la penultima copa en una callejuela Ángel y Martin nos llevaron a un garito lleno de meretrices por sus alrededores y en el que yo, tras dos copas más ya creía que estaba en Londres. Allí bebimos, hicimos como que bailabamos, sufrimos el rechazo telefónico de Leonor, el desconcierto de Jacob-o y sudamos sin llegar a quitarnos la camisa porque eso no era el Heaven.



La noche acabó practicamente de día, con comida de una señora china encorvada que tenía el puesto en una caja de cartón para platanos y durmiendo después en una cama en el barrio de Chueca.


jueves, 6 de septiembre de 2007

Eligiendo al corazón salvaje (plagiando a Quentin y Lispector)



”Estaba sólo. Abandonado, feliz, cerca del salvaje corazón de la vida”

James Joyce


Dicen que el bicharraco de Tarantino fue escribiendo el guión de Reservoir Dogs a base de pulir los gags sacados de las conversaciones con sus compis del videoclub donde trabajaba. Vamos que creo que al pibe no se le ha vuelto a ver por allí por miedo a ser linchado por sus amigos cinéfilos terminales que aún deben estar dándose cabezazos contra la pared. Como si de las mil y una historias bowdenianas algún iluminado se sacara de la manga el clásico del cine patrio que aún está por llegar.

En Reservoir Dogs (y si alguno no ha visto la pelicula después de quince años que no lea esto para no enterarse del final) hay al menos dos arquetipos: el señor Naranja es el Judas Tim Roth traidor y el señor Blanco es, vía Harvey Keitel, el padre benevolente que perdona a su cachorro descarriado. Y se teoriza sobre si (muy recomendable el libro: "Sexo, mentiras y Hollywood", de Peter Biskind) el señor Naranja representa al propio Q y el señor Blanco es el hipotético padre que nunca tuvo...historias del cine indie para no dormir vaya.

Tarantino hizo poesía de la violencia porque es un tio muy listo, pero haciendo, como todo el mundo cada día, basura de la poesía, se me ocurre una interpretación mucho más tópica en plan “Betty la gavilán”. A saber: que puede que haya que elegir entre dos prototipos de individuos/as con los que compartirse: el/la macarra que te va a dejar, lo sabes, pero joder que divertido o el rollo m/paternal que te pasará por alto las tonterías y te hará sentir...nada ¿Seguimos (continuando la estela mitológica que empezó el maestro Martín hace dos posts) como hace tres mil años cuando Helena dejó al pestiño de Menelao y se fue con el cabroncete de Paris?

Yo pienso que no, la verdad, yo creo que también hay seres expectantes, en el centro de la vida y esperando que llegue un corazón salvaje, un/una salvaje pero con corazón para salvarles. Pero esto además de cursi es discutible...
De todas formas, si esto del salvajismo cardiaco no fuera cierto, tampoco es necesario creer sólo en patrones bicolores. A lo mejor no hay que decidir entre canallas naranjas, impredecibles (de los que siempre hay que temer que te dejen en una cuneta polvorienta al sur de Alabama o de Parla, que para el caso es lo mismo) o príncipes /princesas blancos (que le llenarán de enanos y les arrastrarán de compras con su madre). Puede que en el camino uno se encuentre con el señor Rosa, el señor Marrón, el señor Rubio (mi favorito) o el señor Azul y a ver que pasa...
Me estoy mareando, voy a poner la tele un rato en blanco y negro…

Back to Life

¿Que fue de este blog que se prometía un compendio de sabiduría y ahora se haya moribundo?

¿Habrá vuelto Leonor a las Islas Mauricio porque conoció en secreto a un barquero de tez morena que cazaba pulpos con los pies y por eso ya no dice nada?

¿Estará Jacob inmerso en la publicación de un libro de cocina macrobiótica-budista y no le queda tiempo para aportar nada a este blog?

¿Habrá descubierto Irene que ella también puede escribir en el blog aunque aún no haya escrito ningún post?

¿Ha dado por muerto al blog finalmente Luciana y esta preparando el dibujo del entierro final?

¿Nos contará Cata a través de este blog si consigue el acceso al trabajo en BarSelona y si cayó en coma etílico Tonet la otra noche cuando quedaron?

¿Se habrá convertido Ángel en autista tanto ver series y ahora vivirá en un mundo imaginario donde ve aviones estrellándose, vegetación y aguas transparentes?

¿Y Martín?, ¿alguien puede saber donde esta ahora mismo? ¿Deberíamos hacer una colecta y comprarle un jersey a rayas como el de Wally para poder localizarlo en el futuro?

¿Y yo por que digo todo esto?... pues porque ya tengo trabajo y me estoy desquiciando lentamente....

Saludos y buena vuelta del verano!